Comentarios sobre psicología infantil: ¿Soy una buena madre?
Cuando le explicaba a mi hija que existen distintas carreras que se estudian en diferentes Universidades, me preguntó “¿y dónde se estudia para ser mamá?” .
Su pregunta me generó nuevas preguntas: ¿Se aprende a ser madre? ¿Hay un modelo o un ideal de madre? ¿Una mujer se convierte en madre por el solo hecho de parir? ¿ Se puede ser maternal sin tener hijos y tener hijos y no ser maternal?
Cada una de estas preguntas merece una profunda reflexión y son temas de debate permanente.
En esta ocasión me interesa atender a una inquietud recurrente en las madres: la inseguridad respecto a sí son buenas madres. La duda suele surgir:
cuando salen a trabajar y pasan poco tiempo con los hijos
cuando los tienen que privar de algo o prohibirles alguna cosa
cuando sienten que consienten demasiado a sus hijos
cuando se fastidian porque el niño está muy cargoso
cuando escuchan a sus hijos decirles por ejemplo:
Su pregunta me generó nuevas preguntas: ¿Se aprende a ser madre? ¿Hay un modelo o un ideal de madre? ¿Una mujer se convierte en madre por el solo hecho de parir? ¿ Se puede ser maternal sin tener hijos y tener hijos y no ser maternal?
Cada una de estas preguntas merece una profunda reflexión y son temas de debate permanente.
En esta ocasión me interesa atender a una inquietud recurrente en las madres: la inseguridad respecto a sí son buenas madres. La duda suele surgir:
cuando salen a trabajar y pasan poco tiempo con los hijos
cuando los tienen que privar de algo o prohibirles alguna cosa
cuando sienten que consienten demasiado a sus hijos
cuando se fastidian porque el niño está muy cargoso
cuando escuchan a sus hijos decirles por ejemplo:
“ no quiero ser tu hijo” o “¿para qué tuviste un hijo si lo hacés llorar?”
cuando su propia madre, su suegra sus amigas o su marido incluso, hacen comentarios respecto al modo de criar a su hijo…
En esos momentos de vacilación en que dudamos de nuestra función, es bueno recordar que no existe la madre ideal, como tampoco existe el hijo ideal. Cada mujer tiene su estilo particular de ser madre: algunas disfrutan jugando, otras preparando comidas, otras inventando cuentos y canciones.
Lo escencial de la función de la madre no radica sólo en la cantidad de tiempo que se les dedica a los hijos ni en las distintas actividades que se realicen con ellos.
Ser buena madre no es no equivocarse nunca, no es entender siempre lo que le pasa a su hijo, no es tener todas las respuestas, no es estar siempre disponible, no es tener ganas siempre de estar con él…entonces ¿qué es ?
Ser buena madre es comprender las necesidades de su hijo, aunque no pueda satisfacerlas todas. Es entender que una de las necesidades de los hijos es tener una madre humana, con fallas y debilidades, para darles a ellos la oportunidad de reclamar, de pedir, de defenderse, de cuestionar, de expresar su insatisfacción, de equivocarse también, sin sentir que eso los hace peores como hijos.
Ser buena madre es desilusionar a los hijos y aunque duela, poder decirles: “ mamá es así, hay cosas que no sabe, hay cosas que no entiende, hay cosas que no puede…” y ayudarlos para que puedan buscar en otros lo que nosotras no les podemos dar.
cuando su propia madre, su suegra sus amigas o su marido incluso, hacen comentarios respecto al modo de criar a su hijo…
En esos momentos de vacilación en que dudamos de nuestra función, es bueno recordar que no existe la madre ideal, como tampoco existe el hijo ideal. Cada mujer tiene su estilo particular de ser madre: algunas disfrutan jugando, otras preparando comidas, otras inventando cuentos y canciones.
Lo escencial de la función de la madre no radica sólo en la cantidad de tiempo que se les dedica a los hijos ni en las distintas actividades que se realicen con ellos.
Ser buena madre no es no equivocarse nunca, no es entender siempre lo que le pasa a su hijo, no es tener todas las respuestas, no es estar siempre disponible, no es tener ganas siempre de estar con él…entonces ¿qué es ?
Ser buena madre es comprender las necesidades de su hijo, aunque no pueda satisfacerlas todas. Es entender que una de las necesidades de los hijos es tener una madre humana, con fallas y debilidades, para darles a ellos la oportunidad de reclamar, de pedir, de defenderse, de cuestionar, de expresar su insatisfacción, de equivocarse también, sin sentir que eso los hace peores como hijos.
Ser buena madre es desilusionar a los hijos y aunque duela, poder decirles: “ mamá es así, hay cosas que no sabe, hay cosas que no entiende, hay cosas que no puede…” y ayudarlos para que puedan buscar en otros lo que nosotras no les podemos dar.
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